martes, 30 de abril de 2013

El Peñón de la Giganta

            Después de diez años,  el 21 de abril, nos hemos decidido a subir de nuevo a este pico poco frecuentado por los senderistas, quizás porque queda tapado detrás de la cuerda de Sierra Arana y se ve desde pocos sitios. Sin embargo, su peculiar, y su sugerente nombre, silueta parecen llamarnos desde la distancia.


       Iniciamos la jornada en el Sotillo de Iznalloz con nubes bajas que nos tapaban la sierra,


        pero poco a poco se fue descubriendo el Peñón de la Cruz y el collado del Agua.


         Nuestra ruta comienza por la pista que sube hasta el Collado del Agua, que en el Sotillo está indicada como la ruta 2 al Collado de las Corzas (aunque después desaparecen las indicaciones).
      Poco a poco vamos dejamos un mar de nubes, sobre las que sobresale, tenuemente, Sierra Mágina.



           Pronto llegamos al cruce con el camino del Contadero, llamado así porque hay un estrechamiento que se aprovechaba para contar las ovejas (según nos explica un senderista de Iznalloz). Ya avanzaremos en dirección Este hasta que lleguemos al Peñón de la Giganta.

             El día se va despejando; se queda soleado pero fresco, lo que nos anima a avanzar por un camino cómodo rodeado de un paisaje muy verde que contrasta con los murallones de Sierra Arana. A nuestros pies, podemos ver ya el cortijo de la Hortichuela junto al que pasaremos en nuestra vuelta.




         Cada vez tenemos más cerca el peñón y, hasta que no lleguemos al collado, seguiremos por la pista que nos llevará de vuelta al Sotillo.




         Aquí nos dividimos porque algunos preferían disfrutar de la "sombra de los pinos". 
        La subida es corta pero de terreno bastante suelto. De todas formas, las vistas merecen la pena.








          Después,  un ratito para comer o para echar una siesta. Continuamos la vuelta al Peñón de la Giganta, volviendo por un camino casi llano y disfrutando de la compañía de Sierra Arana al Sur.



         Cuando conseguimos cerrar el círculo, el collado del Agua está espectacular y avanzamos alegres, después de siete horas de marcha (paradas incluidas), pensando en la cerveza fresquita que nos espera en el Sotillo.
        Con nosotros llegan también  dos perros que se nos han pegado hoy  pero creo que no se esperaban un paseo tan largo y, en el futuro, saldrán huyendo cuando vean a alguien con mochila.





           Quiero terminar esta pequeña crónica con una foto para el recuerdo, de nuestra anterior visita al Peñón de la Giganta en 2003. En aquella ocasión, la hicimos en sentido inverso.



         Las fotografías de hoy son de Manolo, Rafa, Padi y Victoria.

1 comentario:

  1. Está claro que las rutas bonitas e interesantes no están solamente en las alturas de Sierra Nevada o en las escarpaduras de la Almijara...

    PD
    No se notan esos 10 años que han pasado en ninguno de vosotros! Estais todos igual.

    Enhorabuena, club Senderos.

    ResponderEliminar